Hola José María.
Pues como bien dices el escaso franco bordo de los buques alemanes los hacían muy "húmedos" a proa, pero eso era una cuestión de diseño; por un lado, cuanto menos altura del casco, también es menor el calado -dependiendo de lo cargado que vaya la nave- y cuanto menos calado mejor hidrodinámica y por ende, mayor velocidad a igual potencia. Aunque cuanto más altura de bordas mejores cualidades marineras con mal tiempo, por ello un diseñador debe ajustar al máximo todos esos parámetros.
Sin embargo, la quizás irónica mejor cualidad del escaso franco bordo de los grandes navíos alemanes -al menos para un servidor- es que esa finura y elegancia de lineas les otorgaba una gran belleza estética; el Sharnhorst que oportunamente has mencionado, junto a su gemelo Gneisenau, son a mi entender, merced a su finura de casco rematada en adecuado arrufo desembocante en proa de cliper, junto a la armónica y escalonada disposición de sus superestructuras, los buques de guerra más hermosos que han surcado el ancho mar. Cierto que con belleza no se gana una guerra, pero para los aficionados a la náutica es una gran cualidad.
Por algo será que los barcos alemanes de la Kriegsmarine son los más reproducidos por los modelistas navales. (Creo)
Tengo otras cuestiones para sacar a la palestra sobre el Prinz Eugen y sus coetáneos, pero como ello sería caer en digresión al hilo, las trasladaré al sitio adecuado.
Por cierto y si no es mucho pedir, ¿que habría más documentos gráficos como el aquí enlazado?
Saludos y buena proa.
"Mi riqueza es mi sabiduría, mi fama es mi palabra, mi techo las estrellas en su sinfonía, mi objetivo evolucionar sin traba y siempre, siempre, el mar en la lejanía"
"Flotar, siempre flotar"
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